Retorno humano

Cleveland, Ohio
happy employees
Entrada de blog por Helen Sanders, Ph.D
happy employees

Existe una evidencia cada vez mayor de que el entorno y diseño de los edificios son fundamentales para incrementar el desarrollo humano y se están produciendo movimientos significativos dentro de la comunidad inmobiliaria como respuesta a esta evidencia. ¿Podría esto representar el comienzo de un cambio en los métodos tradicionales basados en el coste y retorno de la inversión a un modelo diferente?

Existe una nueva tendencia que mide el “retorno humano” y que se empieza a valorar en el mercado inmobiliario con el fin de aumentar y promover la rentabilidad de los edificios. Los factores clave para esto son (i) la necesidad de mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores, aumentar la productividad y promover el desarrollo del negocio y (ii) la necesidad de atraer y mantener a los más cualificados.

Según el estudio de Scott Muldavin que analiza el gasto financiero en sustentabilidad en el marco de la certificación WELL Building, los programas corporativos de salud y bienestar en el lugar de trabajo no están teniendo la reducción esperada en gastos de salud porque la participación de los trabajadores está por debajo del 50% en la mayoría de las compañías. Asegura que estos programas de incentivos al bienestar cuestan alrededor de $700 por persona por año comparado con un coste único de entre $100-400 por persona que costaría implementar los estándares de la certificación WELL Building. Además, estos últimos, afectan de forma pasiva a todos los ocupantes, no sólo a los que participan de forma activa en los programas de bienestar.

Compañías punteras e innovadoras como Google o Genentech, ya cuentan dentro de su equipo con profesionales que trabajan en las innovaciones para el confort dentro del lugar de trabajo. Están colaborando con organizaciones de investigación tales como Center for the Built Environment (CBE) de la Universidad de California, Berkeley; y con la Windows and Daylighting Group del Lawrence Berkeley National Laboratory (LBNL). El programa del CBE combina el conocimiento de la industria, la práctica arquitectónica y los estudios de la universidad para elaborar datos del impacto del confort en el lugar de trabajo, cómo medirlo y cómo conseguirlo.  LBNL’s FLEXLAB® permitió que Genentech optimizase un nuevo diseño de fachada para permitir la entrada de luz del sol y confort antes de seguir adelante con su construcción. 

Hace unos años, a los puestos de más alto nivel, se añadieron responsables en tecnología y recursos humanos para reflejar así su creciente importancia a nivel ejecutivo. ¿Podría ser que el próximo cargo importante sea como “director del inmueble” o “director del espacio de trabajo”? El ascenso del entorno y lugar de trabajo a un punto estratégico del negocio enfocará la atención hacia cómo afecta este entorno en la productividad y mantenimiento de los empleados. Esto, a su vez, ofrece más oportunidades para defender fachadas y envolventes de alto desempeño que permitan un lugar de trabajo más cómodo y productivo y un edificio más eficiente a nivel energético. 

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