Cuando las cosas se mueven en círculo
Technoform es un desarrollador comprometido con la filosofía Cradle2Cradle
Cuando las cosas se mueven en círculo no significa que se paren.
Al contrario. A veces, el mayor avance que se puede hacer es en círculo. Y la persona que cierra el círculo es quien dirige su movimiento. Igual que las personas que idearon el concepto «cradle to cradle» (de la cuna a la cuna).
En todo el mundo solo existen 84 productos certificados con el sello de ecoeficacia.
Y uno de ellos es de Technoform.
La sostenibilidad es más que una tendencia para Technoform. Se trata de una actitud; de actuar en pro de las generaciones futuras. De enfocarse en las personas; de desarrollar innovaciones inteligentes. Estos son los tres principios rectores de nuestra cultura empresarial. Es lo que nos ha llevado a aplicar el concepto de diseño futurista Cradle to Cradle® (C2C) en una fase temprana. Y no solo porque C2C represente estos valores, sino porque Cradle to Cradle® los hace cuantificables, identificables y constantes.
«Enseguida nos dimos cuenta de que este concepto era para nosotros. La perspectiva social, ecológica y económica de la sostenibilidad forman parte de nuestro ADN como empresa familiar».*
Igor Cemalovic, Jefe de producto
Como uno de los únicos 84 productos en todo el mundo, el perfil aislante fabricado con poliamida y poliamida de bajo factor lambda recibió la certificación de oro Cradle to Cradle® del Instituto de Innovación de Productos Cradle to Cradle® de San Francisco por su diseño inteligente respetuoso con el medioambiente. De este modo, Technoform es pionero en este tipo de certificaciones de productos.
Cradle to Cradle®: El concepto de dieseño
La filosofía Cradle to Cradle® puede llegar a sonar infantil, pero supone un gran reto para todas las empresas de fabricación. C2C quiere poner en práctica unos ciclos perfectos que se basen en el ejemplo de la naturaleza. Residuos como fuente de alimentación, el producto como recurso y la persona como beneficiaria.
En toda final siempre hay un nuevo comienzo
Cradle to Cradle®, «de la cuna a la cuna», se basa en el principio de pensar en el fin de un producto. También mientras se desarrolla, se debe garantizar que el final del ciclo de vida de un producto no suponga también el final de los recursos empleados en él.
«La pretensión de pensar más allá del ciclo de vida de un producto supone enfrentarse a unos retos completamente diferentes en el proceso de desarrollo. De pronto, no se trata únicamente de cumplir las especificaciones del producto.
Exige además crear nuevas asociaciones para el desarrollo. Cradle to Cradle® trabaja en red. Para este concepto, tener el monopolio en conocimientos no tiene ningún sentido».
Technoform promueve de la economía circular
Cradle to Cradle® distingue entre dos ciclos cerrados. En los ciclos biológicos, los materiales utilizados para producir se compostan y, por tanto, funcionan como «nutrientes» una vez más. El ciclo técnico permite producir materiales separables y sin mezclar que se pueden utilizar posteriormente como materias primas secundarias. Los recursos siguen circulando constantemente en el mismo ciclo.
Fue exactamente aquí donde Technoform se enfrentó a su principal reto. Para recibir la certificación, fue necesario desarrollar un concepto estratégico de reciclaje posconsumo.
«En Technoform nos comprometimos a separar el aluminio y el plástico, coger el plástico, clasificarlo por tipo y reutilizarlo. Nuestro objetivo es procesar en algún momento el 100 % de nuestros productos nuevos utilizando ese plástico posconsumo».
Todavía se necesita mucho trabajo de desarrollo hasta alcanzar ese objetivo, pero ya hemos dado los primeros pasos.
«Antes se pensaba que era imposible reciclar el plástico de poliamida utilizado específicamente en las ventanas de aluminio.
Ya hemos demostrado que es factible. Ahora estamos trabajando con nuestros socios, por ejemplo, A|U|F, para poner en práctica este concepto, pero de momento no es posible con nuestro estándar de calidad», comenta Igor Cemalovic.
Nuestra intención es la integridad
Cradle to Cradle® no se limita a aspectos puramente ecológicos.
También incluye los aspectos económicos y sociales. Las empresas que deseen obtener esta codiciada certificación deben analizar toda su cadena de valor añadido.
«Hay que demostrar realmente que se tiene voluntad de transparencia, ya que se pide mucha información que normalmente no se da».
C2C: Parte de la estrategia de sostenibilidad de Technoform
Pierre Schlosser, Director de marketing de Technoform, lleva al pie del cañón desde el principio. Cuando los primeros clientes empezaron a pedir perfiles de aislamiento certificados por C2C, él ya era un estudioso de esta filosofía.
«Para nosotros, C2C simplemente significa ser coherentes. Los sistemas de aire acondicionado de los edificios consumen un tercio de la energía que se usa en el mundo. Tras esto se esconden oportunidades únicas para ahorrar recursos. Los desarrolladores de productos de Technoform trabajan cada día para aumentar este potencial».
En comparación con los productos convencionales, nuestros sistemas optimizados son capaces de ahorrar el 85 % de la energía necesaria para la refrigeración o la calefacción y, por tanto, de reducir en gran medida las emisiones de CO2.
Por ello, hacer realidad la sostenibilidad en el sentido ecológico es, por así decirlo, nuestra principal misión».
Cradle to Cradle® no es una dimensión más del compromiso de sostenibilidad de Technoform. En los procesos de desarrollo se integran otros conceptos de sostenibilidad, por ejemplo, la «metodología de diseño», que contribuyen a reflexionar sobre los procedimientos convencionales.
«Nuestra industria se mueve por la idea de la eficiencia energética o, alternativamente, por la eficacia energética. Un ámbito actual completamente diferente es la energía gris. Nos referimos a la demanda indirecta de energía, es decir, la suma de las cantidades de energía que se necesita para la fabricación, el transporte, el almacenamiento, las ventas y la eliminación, incluida la energía necesaria para producir los componentes. Este enfoque también abre las puertas a un nuevo enfoque muy importante de la producción y un gran potencial para la conservación de los recursos», explica Pierre Schlosser.
La economía, un círculo perfecto: ¿Utopía o perspectiva?
Cradle to Cradle® es más que una utopía de benefactores. Cada vez más personas, científicos, empresarios y políticos son conscientes de que la economía más sostenible es la más inteligente. Solo los enfoques circulares pueden resolver problemas de forma eficiente, por ejemplo, la escasez de materias primas y las grandes cantidades de residuos.
Las 30 empresas más grandes de Dinamarca, entre ellas Lego, han ratificado el principio C2C. Con el objetivo de mejorar la calidad de vida, impulsar la economía y retener a los líderes con talento de la región, la ciudad holandesa de Venlo se ha convertido en una especie de «Cradle-to-Cradle-Valley». En los concursos de licitación de obras, por ejemplo, se da preferencia a aquellos licitadores que tengan en cuenta los criterios de C2C.
De acuerdo con declaraciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA), este enfoque es muy eficaz desde un punto de vista ecológico si se tiene en cuenta que el sector de la construcción consume un tercio de todos los recursos en todo el mundo. Por tanto, se estimula un cambio en la forma de pensar hacia una economía circular inteligente.
Technoform acaba de finalizar la recertificación de su perfil para ventanas. «Es posible que a medio plazo seamos capaces de fabricar exclusivamente de acuerdo con el principio Cradle to Cradle®. Al menos esa es mi aspiración», comenta Igor Cemalovic con firmeza.
Si las cosas se mueven en círculo, Technoform también se mueve. Estamos avanzando y liderando el círculo con ambición, experiencia y pasión hasta conseguir cerrarlo.
Cradle to Cradle® es una filosofía cuyas raíces se remontan a un libro publicado en 2002 con el mismo nombre escrito por Michael Braungart, profesor de química y ecovisionario, y el arquitecto William McDonough. Su aspiración es alcanzar la ecoeficacia siguiendo el ejemplo de la naturaleza, en contraposición a la pretensión habitual de querer lograr la eficiencia ecológica.
«La naturaleza lleva generándose desde hace millones de años de manera totalmente ineficiente, pero sí de forma efectiva. Un cerezo produce miles de flores y frutos sin sobrecargar el medioambiente. Al contrario: tan pronto como caen al suelo, se convierten en alimento para los animales, las plantas y el suelo del entorno».
La ecoeficiencia pretende reducir los efectos ambientales negativos y generar efectos ambientales positivos. El objetivo no es mantener baja la huella ecológica, sino más bien diseñarla de forma positiva.
La certificación fue concedida por el Instituto de Innovación de Productos Cradle to Cradle® de San Francisco, así como el de Ámsterdam y Venlo (Países Bajos).
Para otorgar la certificación se tienen en cuenta los siguientes criterios:
Seguridad de los materiales: Se examinan los contenidos para verificar que los materiales no sean perjudiciales para la salud.
Posibilidades de reciclado: Se verifican los contenidos para excluir que el producto contenga compuestos químicos inseparables.
Energías renovables: Los criterios más importantes son el uso de energía procedente de fuentes renovables, así como la minimización de las emisiones de CO2 durante la producción.
Gestión del agua: Las empresas deben presentar un concepto sostenible, desde el consumo durante la producción hasta el uso de las aguas residuales.
Justicia social: Las empresas certificadas deben garantizar la exclusión del trabajo infantil o forzoso, así como garantizar la igualdad de oportunidades y unos salarios justos. Del mismo modo, también se revisan las directrices de cultura y actuación empresarial. Se toma como norma el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.